Encerrarse, contigo no funciona.

Quiero que tu sonrisa no me paralice, que tu encanto no me afecte, que al hablar contigo sepa que decir. Quiero parar de pensar en que pudo haber sido y no fue, parar de imaginar la historia perecta que poríamos tener y no tendremos. Parar de pensar que soy lo mejor para ti y tú lo mejor para mi. Parar de pensar en tí. Tu te sales de los prototipos, no eres como los demás. Gracioso, sensible, cariñoso, simpatico, alegre... pero no es para mi. Y eso me duele, me aecta. Pero más me molesta sabe que no puedo controlar lo que siento. Que no voy a dejar de sentir esto solo porque no quiera sentirlo.

Soy de las que prefieren hacerse una coraza para que nadie le dañe a que todos sepan lo que siento y vean que las cosas me afecta, prefiero ser dura que debil. Aunque quizá sea de debiles esconderse u no decir lo que sientes. El problema de eso es que con él no funciona. No hay coraza. No hay dureza. Nada, no hay nada porque él me la quita. Me da confianza para decir lo que siento ser yo. Porque yo siento, y con mucha fuerza, las cosas. Me afectan, pero no me gusta demortrarlo. Y él hace que lo demuestre, que me sensibilice, que me suelte y me deje llavar por los sentimientos.